Tuesday, June 12, 2012

Fin


Llegó mi último día en Honduras. No será mi último día de toda mi vida, pero por ahora sí lo es. Me siento un poco triste porque me tengo que ir pero contenta a la vez porque tuve la gran oportunidad de conocer a otro lugar y muchos no tienen esa oportunidad. Ya es tiempo de regresar a casa y volver a lo ordinario. Mi viaje a Honduras fue maravillosa en muchas maneras porque conocí a mucha gente linda y la tierra tan bella. Ellos me enseñaron a tomar un momento cada día para disfrutar las cosas pequeñas de la vida.
                Mucha veces trabajamos y trabajamos para conseguir algo en el futuro pero debemos reducir nuestra velocidad y tomar conciencia de lo que nos rodea. La vida pasa sin que nos demos cuenta y es triste cuando uno solo se la pasa trabajando. El dinero nos hace la vida un poco menos difícil pero no es lo más importante. Lo que sí importa son los momentos que compartimos con la gente que queremos. Lo que me llevo de este viaje son los momentos pequeños. Por ejemplo, la gente que conocía por las calles y las reacciones de mi familia al ver algo nuevo. Me acordaré de los colores del cielo cuando bajaba el sol, el misterio del cielo nocturno, y la tranquilidad de un nuevo amanecer.
                Al llegar a mi casa en el estado de Washington, le quise contar mi experiencia a mis amigos y familiares para compartir los sentimientos que sentía por dentro.  Aunque ellos me escuchaban atentamente, ya sabía que no entenderían lo que yo viví. Cuando termine de contarles los momentos más destacados, les pedí que viajaran a un lugar como Honduras. Honduras es un lugar humilde y sencillo que ofrece más de lo que uno cree. Uno tiene que vivir una experiencia en lugar de escuchar de otros. No existen palabras que puedan describir la experiencia de viajar.

Sunday, June 3, 2012

Si mi mochila pudiera hablar




Me llamo Swiss Gear y soy la mochila de María. Yo nací en Suiza pero me mandaron a Spokane, Washington en donde me compró mi dueña. Desde que fui comprado, María me ha llevado en muchos de sus viajes y Honduras es el lugar más lejano que hemos viajado juntos. 

            Siento que María me quiere mucho porque de todas sus otras bolsas y maletas, a mí siempre me tiene cercas. Guarda sus cosas más intimas en mí y me cuida mucho en comparación de mis hermanos. Mis hermanos también nacieron en Suiza y nosotros nacimos para servir a la gente. Algunas veces nos encontramos en las calles mientras nuestros dueños hacen sus mandados. Cuando estoy demasiado sucio, ella me limpia empezando con sacándome la basura y luego bañándome con agua y jabón.
            En nuestro viaje a Honduras, nunca se apartó de mi durante el camino. Las únicas veces que me dejaba solo era cuando no ocupaba cargar cosas grandes o pesadas. Ya sé que las otras bolsas y maletas se ponen un poco celosos pero no es mi culpa que sea tan útil, fuerte, y guapo. Además, no me molestaba que me dejara solo porque me hacían bien los descansos y sabía que vendría después por mí. 

            Mi momento favorito en Honduras fue cuando acompañe a María a la biblioteca. Mientras iba caminando en la calle hacia la biblioteca, se hizo una nueva amistad y su amistad tenia a una mochila también. Pero la mochila de esa muchacha no era cualquier mochila. Era tan bella y elegante que me quede sin palabras. Me puse tan nervioso que no sabía que decirle, tan solo admiraba su belleza. Solo la salude y le dije que me llamaba Swiss Gear. Ella se llamaba Reyna y nació en China.