En las calles de
Honduras, se ven algunos negocios y anuncios con “el cadejo”. La leyenda del
cadejo dice así. Un día, Dios creó una criatura parecida a un perro grande.
Esta criatura llamado “el cadejo” fue creado para proteger a la gente del
peligro cuando viajan en la noche o si van hacia sus casas por un camino extraño.
Hace poco una muchacha dio su testimonio sobre su experiencia con el cadejo
blanco. La muchacha trabajaba en un restaurante y casi siempre trabajaba en el día
pero esta vez le toco trabajar en la noche. Como no vivía tan lejos del
restaurante, siempre caminaba y ya conocía bien el camino entonces no sentía miedo
al caminar en la noche también. Pero cuando caminaba hacia su casa, unos
hombres desconocidos salieron de un callejón oscuro para seguir los pasos de la
muchacha. Entonces ella notó que los hombres la seguían y empezó a ponerse
nerviosa porque sentía que le podían hacer daño. De repente, apareció un perro
grande, blanco, y con los ojos rojos (el cadejo blanco). Ella sintió más miedo
al verlo pero luego se dio cuenta que el cadejo caminaba hacia los hombres y no
a ella. Los hombres se asustaron al ver el cadejo y se fueron corriendo. La
muchacha temblaba de miedo pero siguió su camino con el perro (cadejo)
siguiendo sus pasos. Cuando finalmente llego a su casa, cerró la puerta con
prisa y se fijo por la ventana que el cadejo desapareció. El cadejo blanco la siguió
hasta su casa para asegurar que llegara bien.
El cadejo negro es
otra historia. Dicen que el diablo lo creo por envidia. El propósito del cadejo
negro no era para ayudar a la gente si no para hacerles daño. Se dice que el
cadejo negro se les aparece a los pecadores que andan por la calle. Por ejemplo,
hay una historia de un hombre que salía de la barra en la madrugada. Este
hombre seguido se emborrachaba y cuando llegaba a casa, maltrataba a su mujer. Una
noche como muchas otras, iba hacia su casa cuando se cayó de borracho. De
repente se apareció el cadejo negro y paso su lengua sobre los labios del
borracho. Cuando el cadejo hace esto, sigue a la persona por nueve días solo
para mortificar. Desde esa noche, el borracho no dormía porque soñaba cosas
feas. Al noveno día, ya no podía seguir viviendo con los tormentos del cadejo
que se suicido.
Algunas veces, el
cadejo blanco y el cadejo negro se pelean para poder ayudar o atormentar a una
persona. Pero el bien siempre vence al
mal, entonces sale ganando el cadejo blanco.
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